
Conocé los edificios, calles y sitios históricos de General Lavalle
El informe fue realizado en los últimos meses por la Junta de estudios Históricos y recopila fotografías e información de cada uno de estos sitios.
Con motivo de la reciente conmemoración del aniversario de la creación del Partido de General Lavalle, la Junta de Estudios Históricos realizó un trabajo que rescata del olvido lugares y edificios del pasado de nuestra localidad.
El informe se realizó en los últimos meses y recopila fotografías e información de cada uno de estos sitios.
Noemí Julia Quiroga, Marcelo García y Francisco Gregorio Gómez son los integrantes de la Junta que elaboraron la presentación.
COMENZAMOS A CAMINAR POR EL CENTRO HISTÓRICO DE NUESTRA CIUDAD.
Las casas antiguas son elementos que caracterizan la identidad de un pueblo, testimonian épocas que forman parte de las raíces de una comunidad, reafirman su contenido cultural y son referentes de la memoria colectiva.
Nuestra localidad cuenta con edificios antiguos que aún se encuentran en buen estado de conservación, otros ya no están pero un recorrido a través de las fotografías y de los datos que poseemos nos ayudará a traerlos a la memoria
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ESQUINA DE MITRE Y PEDRO LURO:
Entrando, sobre mano izquierda encontramos un edificio construido en los albores del siglo XX, posiblemente en 1900. Su fachada presenta un original manejo del repertorio italianizante y un singular detalle almenado en la parte superior. Fue construida para comercio y vivienda de Don Rafael Alangúa. Los planos fueron hechos por él mismo y la construcción por Don Fortunato Ardito. Allí se instaló la Farmacia Alangúa , luego en sus instalaciones funcionó el almacén “ El Faro”, de Abel González quién se había casado con una de las hijas de Don Rafael .
En la década del 50 y principios de la del 60 funcionó allí la pensión de Ildarraz , posteriormente fue una casa de Remate y la oficina de CANEFA ( comisión para la erradicación de la Fiebre Aftosa ). Fue vendida a la familia Turconi que la utilizó como vivienda y posteriormente adquirida por Oscar Gielger, un empleado municipal quien a la vez fue muy conocido por los famosos pastelitos lavallenses que hacía los fines de semana. Éste utilizó una parte de la misma como vivienda familiar y alquiló las dependencias del frente para otras actividades, la última de las cuales fue la Casa Velatoria de la Empresa de Servicios Fúnebres Nogueira
A fines de 2015 fue adquirida por comerciantes chinos quienes levantaron en el predio el supermercado Super Lavalle , el que fue inaugurado el 8 de diciembre de 2017 pero conservando la antigua casa por tratarse de un edificio antiguo protegido por ordenanza municipal.
CONTINUAMOS POR AVDA. MITRE.
Cruzando la calle Pedro Luro y sobre la misma mano, a pocos metros de la esquina se encontraba la casa que vemos en la foto, construida de madera y chapa, que hoy ya no está. Fue reemplazada por otra construcción levantada a más distancia de la vereda. La misma perteneció a Don Cándido Magnoni, luego fue adquirida por la familia Pegue. La construcción que le sigue también fue de los Pegue, allí tenían un bar donde hoy es el Centro de Jubilados y Pensionados . Le sigue otra construcción cuyo propietario era Ruben Dumm, quien tenía allí su comercio de artículos y materiales de electricidad y de reparaciones en ese rubro.
También sobre Avda. Mitre casi esquina Pedro Luro, en la vereda de enfrente se levantaba una construcción de madera y chapa, que en una parte contaba con dos plantas. Perteneció primeramente a la familia Barcala, luego fue de Doña Rosa Puertas de Gutiérrez.
También sobre Avda. Mitre casi esquina Pedro Luro, en la vereda de enfrente se levantaba una construcción de madera y chapa, que en una parte contaba con dos plantas. Perteneció primeramente a la familia Barcala, luego fue de Doña Rosa Puertas de Gutiérrez.
En el año 1993, ante el estado de deterioro en que se encontraba, la Municipalidad hizo los trámites pertinentes para el traspaso a su dominio y una vez concretados los mismos procedió a su restauración para que allí funcionara la Casa de La Cultura . La inauguración se realizó el 25 de mayo de 1994 con un nutrido programa de actos culturales y la instalación de la Biblioteca Pública Municipal en el salón de la planta alta.
CONTINUAMOS EL RECORRIDO POR AVENIDA MITRE ENTRE PEDRO LURO Y JOSÉ CORNIDE.
Siguiendo por la misma vereda de Calle Mitre, una vez pasado el edificio de la Casa de la Cultura, encontramos un edificio muy grande que llega hasta la calle José Cornide y que hoy se encuentra subdividido en distintas propiedades. Fue construido en 1898, perteneció a la familia Espósito (o Despósito) y allí funcionaba un gran hotel. Esta familia luego se trasladó a San Clemente del Tuyú donde también construyó un hotel.
En 1926 fue adquirido por los hermanos Vicente y Santiago Abdala que instalaron allí un gran almacén del tipo Ramos Generales. Luego de unos años Santiago vendió su parte a su hermano y se radicó en el campo dedicándose a la compra y venta de cueros y lana. Vicente quedó a cargo del Gran Almacén de Ramos Generales cuyo nombre era “La Argentina”.
El almacén de Abdala llegó a ser un comercio muy surtido, tenía una parte de ferretería y bazar, otra de productos comestibles, ferretería y artículos rurales y hasta tienda y zapatería. Vicente Abdala fue representante de la firma Esso, el surtidor estaba sobre la vereda del almacén, en la esquina de Mitre y José Cornide. Los hijos trabajaban en el reparto de mercadería o despachando nafta en el surtidor a bomba También fue representante de cerveza Quilmes y vino Toro que venía en bordalezas y botellas de vidrio .Este comercio quedó luego en manos de sus hijos, posteriormente la propiedad se fue subdividiendo y vendiendo.
El edificio originalmente tenía una fachada distinta a la que se ve en estas fotos, ya que fue construido siguiendo las líneas de un estilo italianizante, similar al de la Sociedad Española ( Casa de la Cultura) con aberturas con la parte superior en arco de medio punto.
SEGUIMOS POR AVDA.MITRE ENTRE JOSÉ CORNIDE Y SAN MARTÍN
Siguiendo con nuestro recorrido avanzando por la Avda. Mitre, cruzamos la calle José Cornide y nos encontramos con un edificio de 1890 cuya fachada presenta lineamientos de composición italianizante con un rico tratamiento de pilastras acanaladas en la parte superior. Perteneció a una antigua familia de esta localidad, la familia Santoro y en sus instalaciones funcionó la panadería de su propiedad, que según nos contara don Lulo Gasparri se llamaba “La Laura”. En 1959 fue alquilado por la familia Latchuk que comenzó con su comercio la Panadería del Pueblo, cuna de las famosas tortas negras lavallenses . El edificio luego fue adquirido por el Sr.Ricardo Chaar .
Seguimos avanzando y pasada mitad de la cuadra nos encontramos con otro antiguo edificio que continúa sobre la calle San Martín , el mismo data de 1889 . Fue el Gran Almacén de Ramos Generales de Don Costantino Fernández, un próspero comerciante español, fundador de la Sociedad Española de Socorros Mutuos en Gral.Lavalle de la cual fue presidente.
A fines de la década del veinte fue adquirido por Don Pedro Bueri, quien instaló allí el Gran Hotel Bueri que en la parte del frente tenía un amplio bar; el mismo fue atendido durante muchos años por su hija María (Maruca) y su esposo Bechara Lul. Cuando se establecieron líneas de colectivos se constituyó en el lugar de parada de los mismos. Ahí paraba la línea “La Central” de los Hnos. Dávila que hacía el trayecto entre Dolores y Lavalle ( luego hasta San Clemente) ,el colectivo de Neville que hacía el recorrido entre Mar de Ajó y Lavalle y posteriormente la Empresa Río de La Plata.
En la década del setenta fue adquirido por Elías Chaar quien puso allí el Hotel Gran Florida, manteniendo el bar y la parada de ómnibus Río de La Plata a la que se agregaron otras empresas como El Cóndor, La Estrella y posteriormente el Rápido Argentino. Luego de cerrado el mismo a fines de la década del 80, la propiedad se subdividió y pasó a sus herederos.
Volviendo en nuestro recorrido pero por la vereda de enfrente, nos encontramos con un edificio situado en Mitre y José Cornide que fue propiedad de la familia Nikodem. Allí funcionó la primera usina de electricidad. En 1932 se comenzó a generar energía eléctrica con un motor a gasoil, la planta generadora fue otrogada por licitación municipal a don Jorge Nikodem, con él trabajaba también su hermano Pablo, quien había llegado desde Checoeslovaquia con su familia en 1931. Luego se construyó el edificio para la usina sobre la misma calle Cornide donde hoy funciona el Cuartel de Bomberos Voluntarios.
En el lote contiguo a la casa, Nikodem instaló un taller de mecánica
En 1960 fue adquirido por Juan Bautista Corbellini y allí funcionó durante varias décadas un restaurante.
Continuando por calle Mitre y por la misma vereda llegamos a la esquina de calle San Martín, allí estaba el Hotel Bonomi, que había sido anteriormente propiedad de la familia Habiaga.
CONTINUAMOS EL RECORRIDO HISTÓRICO
Retomamos el recorrido por calles de nuestro pueblo tratando de rescatar a través de fotografías, archivo de información y recuerdos, los edificios y lugares de la historia local.
Desde Avda. Mitre tomamos por San Martín y llegamos al lugar donde se levantó el edificio para la primera iglesia. Dicha casa, situada en la calle San Martín entre Mitre y López de Armentía, aún existe, aunque fue modificada y con el correr del tiempo pasó a manos privadas, (hoy propiedad del Sr Orlando Astudillo )
La misma era de madera y chapa y fue construida con el aporte de los habitantes de la localidad para que allí funcionara la iglesia, pero una vez terminada no cumplió los fines previstos puesto que en 1868 el Juez de Paz Don Guillermo Turner, que tenía su Juzgado en la Estancia Santa María, ocupó para los fines judiciales el edificio construido por el vecindario para que allí funcionara la capilla alegando que la población requería que el juez se estableciera en el ejido urbano.
Ante la ocupación por parte del Juez Turner el pueblo, que se sintió estafado, presentó sus quejas ante el gobierno de la provincia; como respuesta a ello el Juez fue declarado cesante nombrándose en su lugar a Don Carlos Villar. Igualmente el gobierno provincial envió una partida de $ 20.000 para que levantaran la capilla en otro predio. Años más tarde fue destinada a la policía, por lo cual allí funcionó la comisaría durante unos cuantos años.
Retomamos nuestra caminata continuando por la Avda. Mitre desde calle San Martín .Sobre mano derecha, el terreno donde hoy se encuentra el edificio de la Escuela Secundaria N° 1 General Manuel Belgrano y el siguiente ( hoy comercio de la familia González ) permanecieron baldíos durante mucho tiempo. Allí, a principios de la década del 50 se había construido un parque infantil con juegos para niños que llevó el nombre“Eva Perón”, luego de la llamada revolución libertadora en 1955 el parque fue destruido y nunca más se repuso. Posteriormente ese lugar fue ocupado por cortos periodos de tiempo, en uno de ellos se instaló una calesita a la que hacía girar un caballo y fue la atracción de los chicos durante unos meses. También fue el predio donde se instalaban los circos que, generalmente se quedaban unas cuantas semanas; había uno que volvía cada año y se quedaba dos meses; tenía la particularidad de que después del espectáculo circense de magos, payasos, equilibristas y actuación de animales, presentaban una obra de teatro. A la gente le gustaba mucho, ahí pudieron ver obras como Juan Moreira, La Pulpera de Santa Lucía, Flor de Durazno, Fausto, Santos Vega.
Continuando nuestra caminata encontramos la Comisaría de la Provincia de Buenos Aires que contaba con un hermoso edificio de dos plantas, construido en las primeras décadas del siglo XX y que lamentablemente fue refaccionado derribando la planta alta y cambiando totalmente su fachada en la década del 70.
Seguimos avanzando y llegamos casi a la esquina de Mitre y Arturo de la Serna donde hoy se encuentra el Centro Cívico en cuya planta baja funciona el Banco de la Provincia de Buenos Aires y otras oficinas públicas y en la planta alta el HCD y el Consejo Escolar . En ese predio se construyó la parroquia Nuestra Señora de la Merced, una construcción de madera y chapa con una parte para los oficios religiosos y otra parte para vivienda del sacerdote. Allí funcionó la parroquia hasta la inauguración del templo en 1892,luego de esa fecha siguió siendo la vivienda del sacerdote.
Cruzando la calle hacia la vereda de enfrente aún se conserva , aunque modificada ,una construcción de madera y chapa de la línea fundacional, allí hasta principios del Siglo XX funcionaba un almacén.
Retrocediendo por la misma vereda nos encontramos con un edificio que fue propiedad de la familia Santoro y que en la parte superior del frente tiene en relieve las letras B S, se trata de las iniciales de su dueño: Bautista Santoro. Cuando dicha familia se radicó en Buenos Aires lo alquilaron a La Unión Telefónica ( luego ENTEL ) que puso allí la Oficina de Teléfonos ,la que funcionó hasta que se privatizó y pasó a ser Telefónica de Argentina que redujo el personal y cerró la oficina.
Continuando había unas casas de madera y chapa que llegaban hasta la línea de la vereda. En la que estaba lindando con el edificio anterior vivía una señora de apellido Castelli que durante las décadas del 50 y 60 alquilaba las instalaciones del frente al dentista Dr. Héctor Michellis quien venía desde San Clemente a atender dos veces por semana y según datos fue el primer.dentista.
Llegando a la esquina, en un local de pocas dimensiones tuvo su peluquería durante más de tres décadas Pascualito Aldi, un peluquero muy conocido y apreciado en nuestro pueblo.
Continuamos por Avda Bartolomé Mitre desde Arturo de la Serna hasta la calle Intendente Dumm. Sobre mano izquierda el edificio que se destaca es la Municipalidad. El mismo era propiedad de Don José Thomas Pereyra, el mismo que tenía el almacén de Ramos Generales en donde hoy está el museo. Fue construido a fines del siglo XIX para casa de familia, luego la destinó para el funcionamiento del Club de Ajó. Aun puede verse en el umbral de la misma las iniciales de su primer dueño J T P. (José Thomas Pereyra)
En 1907 fue comprado por la Municipalidad para asiento de las autoridades, posteriormente se fueron haciendo divisiones y refacciones en su interior
El edificio originariamente no tenía la forma actual; su estilo, con rasgos italianizantes, era similar a otros construidos en esa época en General Lavalle.
Siendo intendente el Dr. Carlos F. Mascías se dispuso reformar la fachada dándole rasgos similares a la casa de Tucumán.
El edificio que se encuentra en la esquina de Mitre y Arturo de La Serna, y que también forma parte de la municipalidad fue propiedad del mismo dueño, Don José Thomas Pereyra, quien lo construyó para su hija Rosarito Pereyra Ahumada, casada con José Núnez de Concescao; allí tuvieron su hogar y también funcionó un almacén de Ramos Generales.
Fue vendido a Osvaldo Dávila, quien puso allí un bar llamado “La Biela Fundida” que funcionó durante muchos años.
Fue adquirido por la Municipalidad en 1974 , siendo intendente Donal Burton Mac Iver para el funcionamiento del Concejo Deliberante , hoy funcionan oficinas municipalidades ya que el H.C.D se trasladó a dependencias del Centro Cívico.
Enfrente encontramos la Plaza Juan Galo de Lavalle cuyo trazado data de la década de 1870 y posteriormente arbolada con las hoy añosas casuarinas.
.El perímetro de la plaza tenía palos y estaba rodeada de gruesas cadenas para impedir que entraran animales ( vacas , caballos) . En cada esquina y en la mitad de cada cuadra donde están los pilares tenía molinetes de madera para que pasaran las personas. En grandes inundaciones , sobre todo por desbordamiento de la ría Ajó , el agua cubrió la superficie de la plaza como lo documentan las fotografías de esas época.
Avanzando por la calle Arturo de la Serna nos encontramos con la Parroquia Ntra Sra. de la Merced, edificio declarado patrimonio histórico. El mismo data de 1892, la piedra fundamental fue colocada en 1889 por integrantes de la Comisión Nuevo Templo de Ajó que se había formado para ese fin, el cura párroco que era José León, y como padrino al entonces gobernador de la provincia Don Máximo Paz. Hoy puede verse en el atrio del templo cubierta por una tapa de mármol blanco con la inscripción correspondiente.
El edificio, al que en un principio se le llamó “la iglesia nueva”, se construyó a metros de la capilla de madera y chapa, la que quedó para vivienda del sacerdote. Su construcción llevó tres años, debió interrumpirse más de una vez por falta de fondos y puede afirmarse que se logró continuar con el aporte de la comunidad que mucho colaboró para su finalización. En tres oportunidades debió cambiarse a los contratistas En acta del 1º de marzo de 1892 consta la transferencia del contrato de continuación de la construcción a favor de Don Fortunato Ardito y el 12 de agosto de ese año se acepta la propuesta de este constructor para realizar el cielo raso. En ese año 1892 se finalizó la obra y la inauguración se llevó a cabo el 30 de diciembre de 1892
En su aspecto arquitectónico, el templo fue resuelto en una sola nave, con cubierta a dos aguas y fachada con repertorio formal de la corriente italianizante. En los primeros planos figuraban dos torres campanarios pero luego debió optarse por construir una sola reforzando el eje simétrico, allí se encuentran las dos campanas que fueron donadas por la Dirección de Materiales del Ejército Argentino y el reloj en sus cuatro caras, donado por el Sr José Martínez Pazos, éste fue colocado posteriormente; si observamos las fotos vemos que en los primeros años sólo tenía las aberturas.
Los pisos eran originalmente de madera (pinotea) colocados a cincuenta centímetros del nivel del suelo, sostenidos por postes a manera de pilotes y el cielo raso estaba construido de yeso sobre varillas de madera terciada colocadas en manera arqueada para dar la forma abovedada. Según expertos, estas disposiciones determinaban que fuera una obra de arte por su acústica. Debido a deterioros sufridos en el transcurso de los años fueron sustituidos por otros materiales.
En el año 1978 el templo fue refaccionado, la obra estuvo dirigida por el arquitecto Jorge Bustillo y en 1992, año de su centenario, también se le hizo una importante restauración.
Seguimos avanzando y nos encontramos con la Escuela Primaria N°1 y no podemos menos que recordar su antiguo edificio que data de 1895 El actual fue construido en 1950. Constaba de la parte destinada a la escuela en el centro, con pilares y rejas en el frente y dos grandes portones. A ambos lados se levantaban los cuerpos de dos plantas destinados uno al Consejo Escolar y el otro a la vivienda del director.
Siguiendo por Arturo de La Serna cruzamos la calle López de Armentía y llegamos al Hospital Sagrado Corazón de Jesús. El predio donde se encuentra era propiedad del Dr. Arturo de La Serna quien tenía allí su vivienda, el consultorio y posteriormente habilitó salas de internación.. Falleció trágicamente en el año 1905 suicidándose con un disparo en la cabeza al no poder sobreponerse a la muerte de un niño al que iba a operar de la garganta juntamente con otro médico. Luego de un tiempo se le puso su nombre a la calle.
El hospital primeramente funcionaba en otro terreno y de forma precaria. A raíz de una inundación los herederos del Dr. De la Serna cedieron el lugar para que se trasladara y años más tarde la Curia (entidad como es hoy el Obispado) lo compró para que allí funcionara definitivamente el hospital. Se formó una comisión para dirigirlo y dedicarse no sólo a su mantenimiento, sino también a su ampliación y acondicionamiento
El 26 de julio de 1914 se realizó la inauguración del Hospital Sagrado Corazón de Jesús perteneciente a la Curia y administrado por una Comisión cuya presidente era la srta. Rufina Peñoñori. Se mantuvo la construcción de madera y chapa con una parte de dos plantas.
A comienzos de la década del 40 se habían construido los pabellones de material; las rejas perimetrales fueron reemplazadas por un cerco de poca altura que presentaba entre columnas una forma de arco invertido con vigas horizontales de madera, las rejas posteriormente se donaron a la Iglesia y son las que están actualmente.
La parte de madera y chapa de dos plantas se modificó a mediados de la década del 50, y con esos mismos materiales se construyó una que sólo contaba con planta baja y techo a cuatro aguas.
En 1973, siendo intendente el Sr. Donald.Burton Mac Iver y por iniciativa el Dr. Eduardo Kucia que se desempeñaba en el Area de Salud y Acción Social se abocaron a gestionar el traspaso del mismo a la Municipalidad, lo que se logró en el año 1975 pasando así a ser Hospital Municipal Sagrado Corazón de Jesús y comenzando su reorganización y equipamiento .
Años más tarde, siendo intendente el Dr. Eladio D. Zuetta en su segundo periodo de gobierno, se derribó la parte de madera y chapa y se construyó un nuevo pabellón de salas y recepción al que se le dio el nombre de Dr. Carlos F. Mascías.
En 1999, estando como intendente Osvaldo J.Goicochea se hicieron refacciones en los pabellones, se instaló una nueva sala de enfermería, se construyeron nuevas instalaciones para consultorios externos y otras destinadas al pabellón de geriatría.
CONTINUAMOS EL RECORRIDO POR CALLES LÓPEZ DE ARMENTÍA E INTENDENTE DUMM
Regresamos por calle López de Armentía y a mitad de cuadra, nos encontramos con la casa en la que durante muchos años funcionó el Correo, una construcción de madera y chapa con galería cuyas dependencias del frente y hacia la derecha estaban destinadas a la oficina del correo y la de la izquierda y detrás eran para vivienda del Jefe del Correo y su familia.
Tomamos por calle Intendente Dumm y a mitad de cuadra nos encontramos también con un edificio con historia, es la casona donde hoy está la Posada Venados del Tuyú , allí tuvo su sede la Gendarmería ( no olvidemos que nuestro puerto fue Puerto Nacional ) por lo tanto estábamos en zona de frontera. No tenemos fecha de su construcción pero según lo que documentan las fotos, el edificio ya estaba en la primera década del siglo XX.
RETOMAMOS EL RECORRIDO POR AVDA.MITRE
Continuando la caminata por la Av. Mitre hacia la ría llegamos a la Prefectura. El antecedente más remoto de la actual Prefectura General Lavalle se refiere a la creación de la Prefectura Rio Salado con fecha 18 de julio de 1826, ejerciendo las funciones de autoridad marítima el comandante militar y además subdelegado marítimo de ese punto, cargo que ejerció desde noviembre de 1827 el coronel Félix de Olazábal extendiendo su jurisdicción a los pagos del Tuyú y costa sur . Olazábal propuso para hacerse cargo del puerto del Tuyú a su segundo, el teniente Luis Perichón, el que es confirmado en el cargo mediante resolución superior con fecha 10 de diciembre de 1827. Su misión principal era salvaguardar la soberanía nacional en estos parajes, controlar los depósitos de mercaderías, la actividad portuaria y los buques que operaban en la Ría Ajó. En el año 1877 se cambia la denominación de la Institución por el de Capitanía General de Puertos, años más tarde, por decreto del 31 de enero de 1882, se aprueba al cambio de la anterior denominación por el de Prefectura Marítima
Por ley de presupuesto nacional del año 1889 se dispone la creación de la Prefectura Puerto del Ajó siendo designado como Subprefecto Dn. Eduardo Salinas. Años más tarde se la denominó Ayudantía de Ajó. En noviembre de 1947 el Prefecto de Zona del Rió de la Plata le asigna como Jurisdicción a esta Subprefectura, desde la margen derecha del Canal 15 en su desembocadura en el Río de la Plata hasta el paralelo que pasa por el faro Punta Médanos, en el extremo sur del Cabo San Antonio.
En cuanto al Puerto de Ajó, fue declarado Puerto Nacional en 1859 , por lo cual debió contar con Aduana ya que aquí llegaban o se embarcaban pasajeros a Buenos Aires y a otros países y también se producía la entrada y salida de productos y mercadería. La Aduana se inauguró en 1869. En 1880 fue el tercer puerto de la República, después de Buenos Aires y Rosario. El movimiento de barcos era muy importante sobre todo por las exportaciones, primeramente de lana , grasa y cueros y luego de carne salada (tasajo) proveniente de los Saladeros que aquí funcionaban.
Con el cierre de los Saladeros a principios del siglo XX ante el avance de la industria de los frigoríficos que había provocado la disminución del trabajo en estos establecimientos, el puerto también fue disminuyendo su actividad hasta que cesó su actividad como tal en la década del 30. Mantuvo su actividad como puerto pesquero con la actividad de las fábricas de conservas de pescado que funcionaron desde mediados de la década del 40 hasta 1953.
CONTINUACIÓN DE LA CAMINATA HISTÓRICA
Situados en Avda Mitre y Ernesto Gibson nos encontramos con el Museo Municipal Santos Vega. Este edificio, construido en las últimas décadas del siglo XIX, fue un Almacén de Ramos Generales que perteneció a don José Thomas Pereyra, quien la construyó como ampliación de las instalaciones de madera y chapa donde dicho comercio funcionó primeramente. Está construido de ladrillos y tiene rasgos propios de la corriente italianizante que se asemejan a los de otras construcciones de la localidad levantadas entre 1870 y 1900.
Su historia se remonta al Boliche del Puerto del Tuyú que habían levantado unos metros más hacia el norte dos jóvenes inmigrantes que llegaron a este puerto buscando un futuro promisorio: José Thomas Pereyra ( de ascendencia portuguesa) y José María Martínez ( español). Ambos instalaron en sociedad su pequeño comercio y éste fue progresando al ritmo del movimiento del puerto, lo que los llevó a ampliarlo trasladándose a este predio y construyendo otras instalaciones. Posteriormente se separan, Martínez instala otro comercio en la calle que desde ese entonces toma el nombre de Avenida de las Carretas mientras que Thomas Pereira queda en el lugar y construye este edificio.
En el año 1874 el General Bartolomé Mitre, que preparaba su campaña contra las fuerzas de Avellaneda desembarcó en el puerto de Ajó y estuvo en este lugar, desde aquí continuó por tierra hacia donde se encontraría con los ejércitos con los cuales las enfrentó en el paraje denominado “La Verde”, donde fue derrotado.
Hacia 1903, este comercio no escapa a la crisis que se produjo por el cierre de los saladeros y pocos años después, al igual que otros grandes comercios de este pueblo, cierra sus puertas.Años más tarde se abre parcialmente por un cierto tiempo y funciona allí la Farmacia Latina, de doña Angela R. de Sastre.
A la muerte de don José Thomas Pereyra , la propiedad es heredada por su hija Rosarito, casada con José Núnez de Conscescao y en la década de 1940 es adquirida por Arturo D’Elía, quien en 1949 desmantela y se lleva a otro lugar las construcciones de madera y chapa. En el momento de la compra, el edificio de ladrillos estaba alquilado por el sr. Raúl Chaar, quien lo utilizaba como depósito de lana y cueros.
A comienzos de la década del setenta, el Sr. Arturo D’Elía lo dona a la Municipalidad para obtener el beneficio de la condonación de la deuda que tenía con el municipio.
Un Decreto Municipal del 24 de Agosto de 1972, siendo intendente el Dr. Arturo Magadán, proyecta la creación del Museo Histórico Regional “Santos Vega” pero ante la proximidad de la vuelta a la democracia y los preparativos del año electoral, el proyecto no llega a concretarse.
En 1973, siendo intendente municipal Donal Burton Mac Iver se resuelve concretar dicho proyecto, al año siguiente se realizan reparaciones en el edificio y se consiguen elementos para exponer que en su mayoría fueron donados por vecinos de la localidad y los alrededores.
Empleados municipales y de otras instituciones, entre los que se encontraban Rómulo Gasparri ( Lulo) Juan Pedro( Yiye) Gasparri y Manuel Montenegro trabajaban voluntariamente y en abril de 1975 se lleva a cabo la inauguración oficial del Museo.
En febrero de 1981 se inician los trámites para trasladar y colocar en el parque del museo, el monumento a Santos Vega que se encontraba en un campo del Paraje denominado “Las Tijeras”. Los trabajos del traslado se realizaron a fines de octubre de 1982. Junto con el monumento se trasladó la urna con los restos humanos del payador que se encontraba debajo del mismo.
En febrero de 1983 se formó una comisión que tendría a su cargo la realización de los actos con motivo del nuevo emplazamiento del monumento al Payador Santos Vega en el parque del museo que lleva su nombre. La fiesta se llevó a cabo los días 12 y 13 de marzo de 1983, fecha que se considera como inicio de lo que luego sería la Fiesta Nacional Semana de Santos Vega.
En los años siguientes el museo volvió a organizarse y en junio de 1988 la Subsecretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires lo declara de interés turístico provincial.
CONTINUACIÓN DE LA CAMINATA HISTÓRICA
Nos encontramos en la Avda Jacobo Thompson, costanera de la ría Ajó. Se considera ría porque a diferencia de los ríos, que corren desde el continente al mar, la ría penetra en el continente y sus aguas se deslizan en ambas direcciones. Está sometida al régimen de las mareas, es decir que crece durante 6 hs y baja en las 6 hs siguientes.
Tiene aproximadamente 19 Km desde su nacimiento en la Bahía Samborombón en el Río de la Plata cercano al límite de éste con el mar Argentino, ( de ahí que sus aguas sean saladas) hasta su unión con el Canal 2 , a 10 Km de la ciudad de Gral.Lavalle.
Su ancho es aproximadamente de 120 mts y su profundidad frente a la ciudad es entre 6 y 9 mts. (7 mts) . En la parte cercana a la bahía su lecho presenta un banco de arena y allí la profundidad se reduce notablemente, es de 2,30 mts en creciente y de apenas 30 cmts en bajante. Esto condiciona mucho la navegación y sólo permite la circulación de barcos de poco calado. Las máximas mareas se producen en el mes de marzo.
Esta ría no tenía el recorrido que hoy vemos, sino que presentaba muchas curvas como la conocida Vuelta del Norte. Entre 1903 y 1905 se rectificó su curso y quedó como la vemos hoy. Esta obra se hizo a pala y en ella trabajaron, sobre todo, inmigrantes italianos.
La contención en la margen del puerto era primeramente un tablestacado de madera cuya existencia muestran las antiguas fotografías; el murallón de hormigón armado fue construido entre 1949 y 1950.
Hasta la primera década del siglo XX había algunas casas donde vivían familias en la margen de enfrente.
Continuando nuestra caminata hacia la izquierda, pasando la calle Láinez, llegamos al lugar donde se encontraba una casa cuya construcción de madera con techos de chapa y galerías laterales coincide con otras viviendas de lo que podría llamarse línea fundacional y de la que hoy sólo queda un aljibe o cisterna para el agua de lluvia que asoma en la superficie del suelo..
Esa casa perteneció a Don Bernardo Minjolou ,un francés que llegó a la Argentina en 1872 ,a los 16 años, y luego se estableció en General Lavalle, donde más tarde se casó con Petra Daluz. Antiguos vecinos que lo conocieron, se refieren a él como un hombre “muy letrado” y de firme palabra Fue encargado en el puerto, despachante de ultramar, rematador público y llegó a ser Juez de Paz. Dejó una descendencia de veinticuatro hijos, es por eso que en esta zona y en otros distritos de la provincia de Buenos Aires encontramos descendientes y familias con ese apellido.
La casa había sido construida por marinos franceses en 1863 y durante un tiempo había funcionado allí la Aduana. Era grande, con cinco habitaciones y una cocina, todo de madera dura, con paredes dobles y el techo del mismo material y chapas.
Don Bernardo Minjolou pasó sus últimos años en la ciudad de Tandil a donde fue a vivir con una de sus hijas, allí falleció en 1948 a la edad de 92 años.
A mediados de la década del 40 la casa fue adquirida por el Dr. Carlos Federico Mascías , destacado médico de esta ciudad , quien fijó allí su residencia ; por esa razón se la nombró durante mucho tiempo como “la casa de Mascías”. Cuando este médico se ausentó por unos años en los que volvió a Buenos Aires y junto a un grupo de médicos del Instituto Nacional de Hemoterapia viajó al Paraguay para trabajar como voluntario durante la guerra civil de ese país se la dejó al médico que venía a reemplazarlo, el Dr. Alfredo Negri, quien vivió un tiempo en esa casa con su familia .
Con el correr de los años se fue deteriorando, y habiéndose establecido que los terrenos cercanos a la ría son fiscales, fue desarmada y retirada del lugar quedando hoy sólo el aljibe como testimonio de un lugar histórico.
CONTINUACIÓN DE LA CAMINATA HISTÓRICA
Retomamos el recorrido a partir de la Avda. Costanera y retornamos caminando por calle Manuel Láinez. El nombre de esta calle corresponde a quien fue un destacado periodista y político argentino, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires entre 1884 y 1888 y senador nacional entre 1904 y 1914; desarrolló una importante labor periodística , fue fundador y director del periódico El Diario y cofundador del diario El Día de La Plata.
Desde su banca como senador en 1905 impulsó y consiguió que fuera aprobada la Ley que lleva su nombre y que establece la creación de escuelas públicas para la educación gratuita y obligatoria. En el año 1914, cuando se inauguró en nuestro pueblo el Hospital Sagrado Corazón se le ofreció ser padrino del mismo, lo cual aceptó pero no pudo concurrir por lo cual fue representado por un personero.
En esta calle y su intersección con la calle Valentín Zemborain encontramos una casa antigua, de madera y chapa , allí durante muchos años funcionó el Telégrafo.
El telégrafo fue uno de los inventos que más revolucionó las comunicaciones en el mundo a mediados del siglo XIX ya que permitía la comunicación a larga distancia de forma instantánea, algo impensable en aquellos años y que en nuestro país fue impulsado por Sarmiento en plena guerra con el Parguay en 1869 y que para 1903 durante la presidencia de Julio Argentino Roca, contaba con un tendido de líneas de 25.000 Km.
En Gral.Lavalle a mediados de la década de 1940 el jefe encargado del telégrafo era el Sr. Fulau , de profesión telegrafista, y luego fue durante muchos años don Horacio Corbellini. Cuando Fulao se trasladó a vivir en Buenos Aires la casa fue adquirida por don Héctor Delfino y flía; la compraron estando alquilada al Telégrafo y por esta razón nunca pudieron ocuparla.
Por políticas de reducción de la estructura del estado, el telégrafo de la provincia de Buenos Aires dejó de funcionar a fines de la década del 70 durante el gobierno de la última dictadura militar. Años más tarde la familia Delfino vendió la casa. Hoy aún se conserva, con refacciones, pero manteniendo sus características y forma parte del reducido grupo de casas antiguas a las que llamamos de línea fundacional.
Continuando por la calle Manuel Láinez llegamos a su intersección con la calle San Martín, donde hoy se encuentra la Despensa Autoservicio “Daniel “. Remontándonos a comienzos de la década del 50 en este lugar también se levantaba una construcción de madera en la que estaba el Almacén y Despensa propiedad de don Martín Echarren cuya imagen hemos podido rescatar por la fotografía .
Continuando la caminata histórica por la calle Manuel Láinez desde la intersección con la calle San Martin nos encontramos con un edificio antiguo que data de 1889 cuyos rasgos arquitectónicos responden a líneas similares a otros ya descriptos . Fue almacén y vivienda, y durante algunos años también fue hospedaje . Perteneció a la familia Tassara.
Enfrente encontramos un edificio de fines del siglo XIX que perteneció a la familia Eyras quienes tuvieron panadería; el mismo estaba destinado a casa de familia y local comercial. Posteriormente funcionó una farmacia. También allí vivió la familia Barcala con el mismo rubro comercial. Posteriormente se instalaron sucesivamente otros comercios de panadería y la propiedad fue subdividida y vendida.
Seguimos avanzando por la misma vereda y llegamos a la esquina de calle José Cornide y caminando unos metros por esta última calle encontramos un edificio de dos plantas. A principios del siglo XX funcionaba allí la Fonda de José Bernárdez y Eulogia Barbería, él era carpintero y ella se ocupaba del negocio, que era conocido como “la Fonda de Doña Eulogia”.En la parte de dos plantas alquilaba las habitaciones, el resto de la edificación era de madera y chapa y allí funcionaba el comedor, cocina, bar y otras dependencias. Posteriormente en el lugar se instaló la tienda de Rodríguez, quien derribó la parte de madera y chapa construyéndola de material; con él trabajaba Wilfrido Montáns. La casa y comercio fueron adquiridos posteriormente por Eladio Zuetta, quien puso allí una tienda, luego estuvo la familia Rullo también con una tienda. Actualmente es propiedad de la familia Croci.
Cruzamos la calle José Cornide y nos encontramos con los restos de un edificio de grandes dimensiones , allí desde 1877 funcionaba el Almacén de Ramos Generales “El Jazmín”de la familia Estévez, que además tenía grandes depósitos y galpones. Fue un comercio de gran importancia siendo, además, corresponsal del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Cerró sus puertas a comienzos de la década de 1930.
A mediados de la década de 1940 ,aprovechando parte de esa estructura, Estévez asociado con un familiar de apellido Baliña instalaron la fábrica de conserva de pescado” La Atlántida SRL” Esta industria representó una fuente de trabajo importante para la población sobre todo porque en ella ingresaron a trabajar mujeres y esto mejoraba la economía familiar, se envasaban distintos pescados: filé de lisa en aceite o salmuera, filé de pejerrey, filé de corvinas, almejas en salmuera, además anchoítas y caballa que traían de Mar del Plata. En 1953, por conflictos laborales ocasionados ante la reducción de actividades, que los dueños atribuían a la insuficiente materia prima, la fábrica cerró.
La casa de dos plantas que está sobre la calle Manuel Làinez era la vivienda de la familia Estévez y luego de Baliña.
Cruzamos la calle y enfrente estaba el Almacén de Ramos Generales El ABC de Juan Pedro Elola ,una construcción de madera, que en su interior tenía un mostrador largo y en una parte conservaba la protección de rejas como las antiguas pulperías.
CONTINUACIÓN DEL RECORRIDO HISTÓRICO
Retomamos la caminata histórica por la calle Rufina Peñoñori. A esta calle se le da ese nombre en honor a esta mujer que se destacó en actividades sociales y benéficas en este pueblo a principios del siglo XX cuando todavía las mujeres no tenían mucha participación fuera del ámbito hogareño. Rufina Peñoñori pertenecía a una destacada familia de esta localidad, fue quien formó la comisión para la fundación del hospital Sagrado Corazón de Jesús de la que fue su presidente dedicándose no sólo a su mantenimiento, sino también a su ampliación y acondicionamiento. Hoy un pabellón del Hospital lleva su nombre.
Nos situamos en la esquina de esta calle y la calle San Martín y nos encontramos con una casa de amplias dimensiones, con un corredor en el frente, construida en madera con techo de chapas que, a pesar de sus muchos años, se encuentra en muy buen estado de conservación y constituye un testimonio del aspecto edilicio de nuestro pueblo a principios del siglo pasado.
Esta casa tiene una antigüedad de más de 100 años , pertenecía a Juan Ardito . En 1943 la adquirió Ramona Aldaz , viuda de Pedro Ervitti quien la habitó con su familia . Una de sus hijas, Adelina , a quien conocemos más por su sobrenombre Chela, se casó en 1945 con Pablo Echarren , allí nacieron sus dos hijos , la casa pasó a ser propiedad de esta familia y es donde actualmente vive Chela quien la sigue manteniendo con mucho esmero y cariño.
Continuando una cuadra llegamos a la esquina de esta calle con la calle José Cornide y sobre la misma mano encontramos una antigua construcción que hoy se encuentra muy deteriorada pero guarda el valor histórico por haber sido la primera sodería en este pueblo y en sus instalaciones funcionó hasta una fábrica de cerveza. La misma perteneció a Santiago Delfino , quien había nacido en Génova ( Italia) en el año 1847, llegó a Argentina y se radicó en Gral.Lavalle en 1872. Aquí se casó con Rosa Lambruschini y tuvieron seis hijos, uno de ellos, también de nombre Santiago , fue intendente.
La construcción en ese predio comprendía la casa para la familia y el local para fábrica y comercio. Esta sodería se llamó Santa Rosa ; la edificación era más amplia , tenía dos partes de madera y chapa, una sobre calle Cornide y la otra sobre Rufina Peñoñori y en la esquina la de ladrillos que es la que vemos actualmente.
A mediados del siglo XX fue adquirida por Carmelo Ardito y posteriormente por Don Elías Chaar quien puso su comercio de verdulería y frutería de nombre “ La Florida “que funcionó allí durante unos cuantos años.
Así llegamos al fin de este recorrido por calles de nuestro pueblo tratando de reconstruir parte de nuestra historia local.